Las Musas (Mitologia)

Según la mitología griega, las Musas son las nueve hijas de Zeus y de Mnemósine. Éstas fueron engendradas, según el mito, en nueve noches consecutivas.

Según el historiador griego del S.II Pausanias, al principio las musas fueron tres: Aedea (el canto, la voz), Meletea (la meditación) y Mnemea (la memoria). Juntas representaban las precondiciones del arte poético en la práctica del culto religioso.

La tradición les atribuía dos residencias: la una sobre el monte del Parnaso y la otra sobre el Helicón. Es Platon en el año 401 a.c. aprox. y, posteriormente, los autores neoplatónicos, el que hace de nueve Musas las mediadoras entre el dios y el poeta o cualquier creador intelectual.

Contrariamente a una creencia difundida, no hay ningún tipo de correlación entre los artes tradicionales y las Musas. Las Musas presentes en las artes son:

Calíope: Musa de la elocuencia y de la poesía épica. Sus diferentes representaciones artísticas son una corona de laureles, un libro, una tablilla, un estilete y una trompeta.

Clío: Es la musa de la historia. Sus diferentes representaciones artísticas son una corona de laureles, un libro o un pergamino, una tablilla, un estilete y un cisne.

Erato: Es la musa del arte lírico de la elegía. Sus representaciones artísticas con una lira, una viola y un cisne.

Euterpe: Es la musa de la música. Su representación artística suele ser una flauta (simple o doble).

Melpómene: Es la musa de la tragedia. Se representa con una corona, con una espada o con una máscara trágica.

Polimnia: Es la musa de la retórica. Se representa con un gesto serio y con un instrumento musical (normalmente un órgano).

Talía: La musa de la comedia. Normalmente se la representa con un instrumento de música (generalmente una viola), una máscara cómica y un pergamino.

Terpsícore: La musa de la danza. Se la representa con un instrumento musical de cuerda: una viola o una lira.

Urania: La musa de la astronomía y de la astrología. Es representada habitualmente con un compas, con una corona de estrellas y con un globo celeste.

Las musas se encontraban con frecuencia en el monte Parnaso, que estaba consagrado a Apolo. A los pies de este monte se encontraba la fuente Castalia, en la que los artistas se purificaban antes de entrar al templo del dios. También tenían un santuario en el Helicón, la montaña más alta de Beocia, donde se encuentra la fuente Hipocrene, que surgió de una coz del caballo alado Pegaso.

A pesar de su importancia, las musas aparecen en muy pocos mitos. Según una leyenda el rey Píero de Pieria, en Tracia, tenía nueve hijas que eran muy hábiles en el arte del canto. Estaban tan orgullosas de esta virtud que decidieron viajar hasta el Helicón y retar a las musas a una competencia, que las diosas aceptaron. Las piérides entonaron una canción maravillosa que incluso los pájaros enmudecieron al escucharlas, pero el canto de las musas conmovió hasta las piedras. Las piérides, derrotadas, fueron castigadas por su arrogancia; las musas las transformaron en urracas, cambiando sus voces por graznidos.

Fuentes: webmitologia y web

YSEE – para la Salvación y Promoción de la Genuino Tradición Helénica

Aquí les dejo una breve traducción y corrección de la Web de la YSEE de Grecia quienes son los que llevan a delante la lucha por re-establecer la religión étnica helénica.

El motivo de su lucha.

¿Quienes somos y que queremos?

El CSGG que fundado en Jυniο de 1997 con el propósito de apoyar y también de restaurar la tradición Helénica del Politeísmo, Religión y de mοdο cοtidianο en la sociedad Helénica, la cual es subyugada por la Iglesia Ortodoxa Cristiana y, por un intransigente Bizancio, el cual destruye espiritualmente la neο-generación helénica, contaminándola con superstición, oscurantismo, manía religiosa ν decidida repugnancia hacia la libertad del deber humano, la cual constituye el primer mandamiento de nuestros paganos ancestros, los verdaderos griegos.

Durante ya décadas, nosotros los Griegos Gentiles, ο sea los tantos de la neο generación que respetamos ν honramos las «creencias γ costumbres» de nuestros reales antepasados griegos, hemos quedado callados con paciencia estoica ante la sistemática -y en ningún mοdο casual- negligencia e degradación de la monumental viviente tradición nacional, de un país «Helénico» definitivamente subyugado a un gigante ecónomo-religioso, los intereses físicos, culturales ν lógicos del cual no requieren en el mas mínimo grado, algún respeto hacia la verdadera(significando la anterior al cristianismo)nuestra tradición nacional.

Últimamente, como efecto lateral quizás debido a algunos primeros esfuerzos de articular organizadamente nuestra palabra dentro de la sociedad neο helénica, fuimos enseñados con un mοdο bastante violente que no tenemos el lujo de seguir callando ante «la guerra tranquila» que cada día tiene lugar en una escala completa contra el real Helenismo.

Porque el flanco opuesto, por primera vez en la época posterior a la Edad Media, parece que amenaza con acciones crueles e intolerables que hasta hace pοcο las pretensiones democráticas no permitían que se expresaran abiertamente. En consecuencia tuvimos amenazas en contra de personas inνοlucradas en el preservación de las antiguas tradiciones, tuvimos un incendio de una librería que se especializa en temas de conservación de archivos, tuvimos abiertos ataques turbios por parte de pulpitos y representantes de la prensa controlados, así como también (¡γ esto es el mas horrible!) en contra de los mοnυmentοs y templos helénicos precedentes al Cristianismo.

En consecuencia de esta realidad negada y terrorista qué paso a paso evoluciona en contra del real helenismo. Y aún cuándo las supuestas autoridades no dan muestra de sensibilidad o de tomar acción, los Griegos Gentiles han decidido fundar el (CONSEJΟ SUPREMO DE GRIEGOS GENTILES) con el fin de salvar y restaurar la verdadera tradición griega.

Su propósito es por medio de cada forma legal sensibilizar a la población helénica para asegurar el respeto, la restauración, la protección física y moral, la preinstalación y finalmente el encumbramiento de los monumentos, símbolos, ideas y formas existentes de la antigua tradición helénica, bajo el concepto de la mas amplia percepción social, del Pensamiento Filosófico, de la perceptibilidad política, de la religión nacional. De las Bellas Artes, las costumbres y tradiciones, la lengua, la Mitología, la simbolización, la Secretaria Helénica y todos los sectores relevantes.

Honor y Gloria a nuestros Dioses ancestrales.

web de YSEE : http://www.ysee.gr

Fuente: http://guerreropagano.blogspot.com/

Panteón griego

En la gran variedad de Diosas que podemos encontrar para cada propósito o trabajo mágico podemos encontrar varios panteones diferentes.

Antes de nada explicaré qué demonios ( y recordad que en la wicca no creemos en él , ya que es una creación cristiana heheeh) significa panteón.

Un panteón es  la agrupación de dioses dependiendo de la creencia o religión a la que se pertenezca.

De panteones podemos encontrar de muchas clases y más complejos o más sencillos.

Siempre se recomienda que el practicante se oriente más hacia el panteón con el que se sienta más identificado, ya sea por cultura o por creencias.

En este primer registro os introduzco al panteón griego , incluyendo dioses y diosas por igual.

PANTEÓN GRIEGO

AFRODITA: Era la Diosa del amor (Venus según los Romanos). Cuando Cronos mutiló a su padre Urano y sus órganos genitales cayeron al mar, éstos produjeron una espuma blanca en el agua de la cual nació Afrodita. Con su belleza influenciaba a casi todos lo dioses. Participó en la guerra de Troya, donde fue herida por la lanza de Diómedes. Según cuenta la leyenda, un día apareció sobre la isla de Citerea, una doncella de una belleza nunca antes presenciada sobre la faz de la Tierra. Las Horas, que la recogieron del agua, la llevaron entonces hasta el Olimpo; todos los dioses al verla quedaron deslumbrados por tanta belleza y solicitaron a Zeus su autorización para desposarla, pero el supremo dios sólo le concedió esta dicha a su hijo Vulcano, debido a que éste inventó el rayo, sin embargo Venus no se sentía satisfecha con este amor, quizás porque recibía muchas atenciones de todos los demás dioses, y Vulcano era desafortunado con su cuerpo, cojeaba y casi siempre andaba sucio debido a su trabajo. De esta manera Venus le entregó su corazón a un joven cazador llamado Adonis, pero como siempre ocurre en estos casos, su amor duró muy poco, un jabalí destrozó a su amado en su última cacería. Otro de sus mas queridos amantes fue Ares(Marte).

ALCESTIS:Alcestis es la hija menor de Pelias, rey de Yolco, y de Anaxibia. De todas las hijas de esa pareja, Alcestis es la más hermosa y piadosa.

La joven fue la única que pudo resistir a las malas artes de Medea, de forma que no participó en el asesinato de su padre, inmolado por el resto de sus hermanas engañadas.
Admeto, rey de Feras, se enamoró de la hermosa joven, pero el padre de ésta había decidido casar a su amada hija sólo con el hombre cuyo carro fuera tirado por un león y un jabalí bajo un mismo yugo. Admeto había sido servido por Apolo -en calidad de boyero-, cuando éste había sido castigado por haber matado a flechazos a los cíclopes en venganza de la muerte de su hijo, que Zeus había matado como castigo por su habilidad de resucitar muertos.
Debido a que durante su servicio, Apolo había recibido un buen trato de parte de Admeto, decidió ayudarlo y le proporcionó a éste el carro requerido como condición para obtener la mano de Alcestis. Así, la boda se lleva acabo.
Sin embargo, durante la celebración los novios olvidaron realizar un sacrificio a Artemisa, quien se moletó y llenó la habitación nupcial de serpientes. De nuevo Apolo agradecido (aunque dicen otras versiones que el dios estaba enamorado de Admeto), decide interceder ante su hermana por Admeto, al tiempo que obtiene la gracia de los Hados, para que Admeto no muriese el día designado si alguien se ofrecía en su lugar.
Cuando el día de la muerte de Admeto llega, nadie es capaz de tal sacrificio, excepto la joven Alcestis inflamada por el amor a su esposo. Debido a esto, el trágico Eurípides habla de la pareja como ejemplo de amor conyugal.
Como se había designado, Alcestis muere en lugar de su marido, pero Heracles -compañero de Admeto en la expedición de los Argonautas- llega de visita y pregunta el motivo del duelo que hay en palacio. Se le explica que la reina Alcestis ha muerto en lugar de su rey y amado esposo.
Heracles se sorprende y decide descender al Hades, en busca de la joven Alcestis. Luego, la rescata y la devuelve a la tierra entre los vivos, más hermosa y joven que nunca, para que viviera al lado del hombre por el que había sido capaz de morir.
Según otra versión, la propia Perséfone, impresionada por el amor de Alcestis, la había enviado por su decisión de vuelta a la vida.

APOLO: Hijo de Zeus y Latona, hermano gemelo de Artemis, nació junto al monte Cinto en la isla de Delos. Se cuenta que Latona, perseguida por los celos de Hera, hubo de peregrinar durante mucho tiempo de un sitio a otro, para de esta forma encontrar un sitio seguro para el nacimiento de su hijo. Al salir la aurora, Apolo montaba en su carro tirado por alados caballos blancos, e iniciaba su ascensión hacia el centro del cielo y otorgaba luz y calor a la Tierra. Como dios de la luz tuvo que enfrentarse con los monstruos de las tinieblas. Cuando apenas contaba con 4 días de nacido mató a la serpiente Pitón, que tenía en zozobra a los habitantes del Parnaso, así mismo Apolo ahuyentaba la ignorancia con su arte de adivinatorio, revelando la voluntad de Zeus. En algunos países se considero a Apolo como progenitor de los médicos, defensor de las leyes y de la justicia. No obstante Apolo tuvo varios percances con su padre, y en los cuales muchas veces salió perdiendo, desterrado, convertido en mortal como castigo por su rebelión.

ARES: Hijo de Zeus y de Hera. Considerado el dios de la guerra en su aspecto más belicoso, gozaba con la vista de la sangre y de las crueles matanzas. Usaba una coraza, e iba armado de una lanza o una espada y a veces se le veía con un carro cuyas ruedas estaban armadas con filosas dagas, le acompañaban siempre 2 demonios que le servían de escuderos (es decir la personificación del espanto y del temor), Deimos y Fobos así como también lo acompañaban su hermana Erix (la discordia) y Enio (diosa de las manzanas). En Atenas, corría un manantial, en el cual un día Ares descubrió a un hijo de Poseidón tratando de tomar por la fuerza a su hija Alcipe, de esta forma Ares se precipitó sobre el joven causándole la muerte, Poseidón lo citó a un tribunal encabezado por todos los dioses del Olimpo, pero Ares quedó absuelto, sin embargo para recordar el suceso la colina se llamó “Areópago”. Se le adjudicaron amores con Afrodita, en una de las versiones se cuenta que después que Ares logró enamorar a la bella y caprichosa Afrodita, fue sorprendido por Hefesto (marido de ésta), y con una red, capturo a los amantes, exponiéndolos a los comentarios de todos los transeúntes. Otra leyenda lo adjudica como el padre de Rómulo y Remo.

ARTEMISA: Hija de Zeus y Latona, era hermana gemela de Apolo, siendo en realidad la versión femenina de éste. Iba armada de un arco, y se le veneraba como la diosa de la caza, iba siempre en compañía de una gran serie de ninfas así como de perros salvajes, se cuenta que una vez un joven cazador llamado Acteón trato de expiarla mientras la diosa se bañaba en un río, pero fue transformado en ciervo y a su vez descuartizado por sus canes. Artemisa se mantuvo virgen, por su propia voluntad y bajo el permiso de su padre, como diosa de la castidad era la protectora de las muchachas y de los jóvenes de muy temprana edad. Así como Apolo se le atribuyó el rito solar, Artemisa en algunos sitios fue venerada como soberana de la luna.

ATENEA: Hija de Zeus y de Metis, hija del Océano. Cuando Metis esperaba un hijo, Gea y Urano revelaron a Zeus que, si su esposa tenía una hija, ésta daría a luz más tarde a un hombre que llegaría a ser el dueño del mundo. Zeus sin vacilar y para salvaguardar su poder, se tragó a Metis. Al llegar el momento del parto, éste sintió un fuerte dolor en la cabeza y le ordenó a Hefesto que le diese un golpe con el mango del hacha en el sitio del dolor. De la herida surgió su hija completamente armada, y delante de ellos bailó una danza guerrera, así había llegado al mundo la diosa Atenea. Desempeñó un papel muy importante en la lucha contra los gigantes, mató al más fuerte de ellos llamado Paladio, lo desolló y fabricó un escudo con su piel, de allí cuentan algunos proviene el nombre de esta diosa. Se le representaba con el escudo, la lanza y la coraza, sobre su escudo llevaba la cabeza de medusa, regalada por Perseo. Guiaba a los ejércitos durante el ataque, pero a diferencia de Ares, que se complacía con las crueles matanzas, ella inspiraba los movimientos más hábiles. Curiosamente Atenea también era la diosa de la Paz, y cuando no existía lucha armada era la protectora de las ciudades y de los estados y, como tal favorecía la agricultura, las ciencias, las artes y el comercio. Esta diosa era ferviente defensora de su virginidad y hasta daba muerte a quien osara propasarse con ella.

ATLAS: Gigante hijo de Japeto y de Climene. Fue condenado por zeus por haber estado en la rebelión de los titanes, a sostener sobre sus hombros la bóveda celeste.Era el padre de las Pléyades.

CERBERO: Perro de tres cabezas que cuidaba las puertas del infierno. Acariciaba las almas que entraban y atacaba a las que intentaban huir.

CLÍTORIS: Hija de un guerrero mirmirón. Zeus se enamoró de ella y como era tan pequeña tuvo que transformarse en hormiga para hacerle el amor.

LAS DENAIDES: El dios del mar, Poseidón, tuvo con la ninfa Libia dos hijos. Uno fue Agenor, quien se trasladó a Siria. Su hermano Belo vivió en el país del Nilo, desde donde gobernó a los países africanos. Belo se unió a Anquínoe, hija del dios Nilo, y con ella tuvo a dos hijos gemelos, a quienes llamó Dánao y Egipto.

Egipto recibió el reino de Arabia y Dánao el de Libia. Sin embargo, Egipto reclamó el fértil valle del Nilo y le dió a este país su propio nombre. Egipto tuvo cincuenta hijos de diversas mujeres, mientras que Dánao tuvo cincuenta hijas, que fueron llamadas las Danaides.

Hubo disputas entre los dos hermanos, y Dánao, temeroso del poder de Egipto y por consejo de Atenea, construyó un barco de cincuenta remos y huyó de África, refugiándose en Argos. Ahí, sus hijas edificaron un templo a Atenea.

En Argos reinaba Gelanor, a quien Dánao reclamó el trono. Gelanor se resistió, pero durante la discusión un lobo salió del bosque cercano y se arrojó contra un rebaño que pasaba frente a la ciudad. Atacó a un robusto toro y lo dominó, dándole muerte. Gelanor vió esto como un signo del fin de su reino, y cedió su corona a Dánao.

Se cuenta también que el país estaba devastado por la sequía, pues Poseidón estaba enfadado cuando Argos fue concedido a Hera, cuando él quería el país para sí. Una de las Danaides, Amimone, había sido enviada con sus hermanas para buscar agua. Fatigada por el viaje se tendió a descansar en el campo. De pronto surgió un sátiro que trató de forzarla. Amimone llamó en su ayuda a Poseidón, quien repelió al sátiro con un golpe de su tridente. El golpe dio en una roca, de la que surgió una triple fuente que proveyó de agua a Argos.

Así reinó Dánao durante un tiempo, hasta que llegaron a Argos sus sobrinos, los hijos de Egipto. Éstos le pidieron que olvidara la rencilla con su padre, y anunciaron que su visita tenía la intención de casarse con las Danaides para sellar la paz. Dánao dió su consentimiento, pero desconfiaba de la reconciliación.

Así los cincuenta hijos de Egipto se casaron con la cincuenta hijas de Dánao. El rey celebró las bodas con un gran banquete, pero en secreto le dio a cada una de sus hijas una daga, haciéndoles prometer que darían muerte a sus esposos durante la noche.

Todas las Danaides cumplieron su promesa, excepto la mayor, Hipermnestra, quien conservó la vida de su esposo Linceo por haberla respetado durante la noche de bodas. Todos los demás hijos de Egipto fueron decapitados, y mientras sus cuerpos recibían los ritos funerarios en Argos sus cabezas eran enterradas en Lerna. Egipto, lleno de pesar por la muerte de sus hijos y temeroso de Dánao, se retiró a Aroe, donde murió.

Por orden de Zeus y por mediación de Hermes y Atenea, las Danaides fueron purificadas de su delito. Pero Hipermnestra fue puesta bajo vigilancia por Dánao, por haber desobedecido su orden. Fue liberada durante su juicio, gracias a la intervención de la diosa Afrodita, a quien agradaba el amor que había nacido entre ella y Linceo.

Pero luego de este suceso Dánao no pudo casar a sus hijas, pues cualquier pretendiente sentía el temor de ser asesinado como los anteriores. Por fin, Dánao celebró unos juegos poniendo como recompensa a sus propias hijas y liberando a los ganadores de los regalos que debían hacer a su suegro. Así las Danaides se casaron con jóvenes del país, con los que engendraron a la raza de los dánaos. Según unas versiones del mito, Linceo hizo las paces con su suegro Dánao. Según otras, le dió muerte a él y a las cuarenta y nueve danaides asesinas, vengando a sus hermanos.

Tras su muerte, y rechazando la purificación ordenada por Zeus, los jueces del infierno encontraron a las Danaides culpables del asesinato de sus esposos. Fueron condenadas a llevar agua continuamente a un tonel sin fondo, por toda la eternidad.

DIONISIO: Dios del vino. Baco para los romanos. Hijo de Zeus y Semele. Al saber Hera que Semele se había acostado con Zeus se enfureció y la mató de un rayo. Entonces Dionisio nació prematuramente. Zeus lo encerró en su muslo y allí fue gestado. Representa la dicha de vivir, la alegría, el placer y el optimismo.

EROS:Eros es el dios del amor. En un principio se consideraba nacido a la par de Gea y del Caos. También se piensa que nació del Huevo Original engendrado por la Noche, cuyas dos mitades al romperse formaron el cielo y la tierra respectivamente.

Otras versiones que insistían en verlo como un dios menor, y que le quitaban el simbolismo de cohesión interna del cosmos, apuntaban que Eros era un genio intermediario entre los hombres y los dioses, y que había nacido de Poros (el Recurso) y Penía (la Pobreza). Se caracteriza por ser una fuerza inquieta e insatisfecha.

La tradición más aceptada y difundida establecía que era hijo de Afrodita (diosa del amor) y de Hermes (mensajero de los dioses). Gracias a los poetas clásicas Eros adqurió su fisonomía más conocida que es la de un niño alado, que se divierte llevando el desasosiego a los corazones.

Sin embargo, se ha descubierto que hay diversas genealogías para este dios. A veces se le tiene por hijo de Hermes y Artemisa Ctonia, o bien de distintas Afroditas. Así habría un Amor, hijo de Hermes y Afrodita Urania, Anteros -amor contrario o recíproco- hijo de Ares (dios de la Guerra) y Afrodita (hija de Zeus y Dione). Otro sería hijo de Hermes y Artemisa (hija de Zeus y Perséfone) y es este el que se identifica más con el tradicional niño alado.

Puede ser según ciertas representaciones que los inflame con la llama del amor, o que los hiera con las flechas. Pero por más ingenua que sea su apariencia, se adivina en el fondo al dios poderoso y grande. Su madre le tiene muchas consideraciones y cierto temor.

Una de las historias más conocidas y además muy romántica donde interviene Eros, es en la que se enamora de la mortal Psique, y de cómo pierde a su amada y luego la recupera, casándose con ella. En ocasiones, se le llama Amor o Amores, y su versión latina es conocida como Cupido.La flor consagrada al dios era la rosa.

FURIAS: Son la personificación de la venganza y del antiguo concepto del castigo. Su misión era castigar los crímenes humanos. Nacieron del esperma y la sangre que cayeron sobre Gea cuando Crono castró a Urano. Son deidades primitivas que no reconocen, en analogía con las Moiras, la autoridad de los dioses Olímpicos. Eran tres: Alecto, Tisífone y Megara. Moraban en el Érebo (las tinieblas infernales) y se las representaba como demonios femeninos alados, el pelo lleno de serpientes y con un puñal en una mano y una antorcha o un látigo en la otra. Comparadas a menudo con perras, perseguían sin descanso a sus víctimas hasta volverlas locas. Cuidan de que se prolongue el orden religioso y cívico, castigando con especial atención el asesinato y los crímenes contra la familia. El culpable, exiliado, errará perseguido por ellas hasta que purifique su crimen.

Dictan a Altea su crimen contra Meleagro por haber asesinado a sus tios, persiguen a la familia de Agamenón por el sacrificio de Ifigenia, obligan a Clitemestra a matar a su esposo, castigándola luego por mano de su hijo y, finalmente, persiguen a éste como asesino de su madre. Tienen que ver también en la maldición que pesa sobre Edipo.

Más tarde se cree que desempeñan el papel de torturadoras de los muertos en los infiernos. Se las llamaba a veces euménides, las bondadosas o benévolas, para halagarlas y no provocar su cólera. Los romanos las identificarían más tarde con las Furias.

GORGONAS: Monstruos con cuerpo de mujer y cabellos de serpientes. Eran tres: Esterno, Auriale y Medusa. Eran hijas de Forcis y Zeto. Sólo Medusa era mortal y visible. Poseidón se transformó en pájaro; para poseerla; y profanó el templo de Atenea, que irritada le transformó los cabellos a Medusa en serpientes. De la unión de Medusa y Poseidón nacieron Crisaor y el caballo alado Pegaso. Perseo mató a Medusa y ofreció su cabeza a Atenea, que la usó como adorno en el centro de su escudo. Las Gorgonas tenían la propiedad de que podían convertir en piedra a quienes las miraban.

GRACIAS o GRAYAS: Hijas de Zeus y Hera. Eran: Eufrosina, que representa la Alegría, Aglaé, la belleza y Thalia, el ardor. Su presencia llenaba todo de alegría y belleza. Acompañaban a Afrodita. Presidían los juegos, las danza y los cantos.Cárites el nombre griego de las Gracias, divinidades de la belleza y la naturaleza. Viven en el Olimpo junto a las Musas y forman parte del coro de Apolo. Se las representaba como tres jóvenes desnudas cogidas por los hombros. Dos miraban hacia un lado y la tercera hacía el otro. Sus manos tejieron las ropas de Harmonía, compitieron con Afrodita por el don de la belleza, pero consolaron a la diosa cuando perdió a Adonis.

Simbología: Sus atributos son las rosas, el mirto y el dado del juego.

HADES: Dios de los infiernos. Hijo de Cronos y Rea. Raptó a Proserpina para casarse con ella. Teseo fue a rescatarla pero falló en el intento. Heracles lo hirió y lo venció al fin para rescatar a Teseo.

HEFESTO: Dios del Fuego, hijo de Zeus y Hera. Como era cojo y de aspecto desagradable, fue arrojado al mar por su propia madre, pero lo salvaron Tetis y Eurinome. Estuvo 9 años fabricando joyas para las Nereidas. Gracias a Dionisio fue devuelto al Olimpo donde hizo armas y joyas para los dioses. Se le dió a Afrodita como esposa.

HERA:Hera es la diosa con mayor rango en el Olimpo, pues es esposa y hermana de Zeus, el dios de los dioses en la mitología griega.Esta diosa es la hija mayor de Cronos y Rea, y como todos sus hermanos fue tragada por su padre, hasta que Zeus fue salvado de las terribles fauces paternas y, luego, pudo entonces liberar a todos sus hermanos.

Durante la lucha que hubo entre Zeus y los titanes, la diosa fue criada -según unas versiones- por Océano y Tetis, con quienes ella quedó muy agradecida, por lo que cuando ellos riñeron, ella trató de reconciliarlos. Otros narran que fue criada por las Horas, por el héroe Témeno e incluso por las hijas de Asterión.
Una vez que Zeus ganó la gran batalla y se estableció el poder olímpico, éste contrajo matrimonio con Hera. Se cuenta que ella era su tercera esposa, después de Metis y Tetis, no obstante el amor entre Hera y Zeus era anterior incluso a la batalla con los titanes. La boda fue más que suntuosa, y de acuerdo a la tradición, se indica como lugar de la celebración el jardín de las Hespérides (aunque a veces se dice que las manzanas de este jardín fueron sólo el regalo de Gea a Hera el día de su casamiento, y que la diosa las cembró en su jardín). En la Ilíada se cuenta que la boda se llevó a cabo en la cumbre del Ida de Frigia. También, se ha mencionado que se realizó más bien en el lugar místico de Eubea. La divina unión tuvo como frutos cuatro hijos: Hefesto, Ares, Ilitía y Hebe.
Como esposa del líder de los dioses, Hera se convirtió en la protectora de todas las mujeres casadas. Por ello, se la representa como mujer celosa, vengativa y violenta, pues Zeus -que le era infiel constantemente- provocaba sus iras, de las que hacía víctimas no sólo a las amantes sino a los hijos producto de los amores prohibidos.
Fue así como Heracles cayó en desgracia con Hera, pues era hijo de Zeus y Alcmena, y fue tal vez el que más sufrió la cólera de la diosa. A ella se le ocurrió la idea de los doce trabajos a los que se sometió al semidios, y lo persiguió sin límite hasta el fin de sus días.
Sin embargo, estos ataques de celos también le costaban caros a la diosa, pues Zeus siempre protegía a sus hijos y a sus amantes de la venganza de Hera. Por ejemplo, cuando Heracles se vio envuelto en una tormenta enviada por Hera cuando él regresaba de tomar Troya, Zeus la suspendió del Olimpo y le ató un yunque en cada pie. Hera más tarde se reconcilió con Heracles.
Las leyendas en que esta importante diosa interviene son muchas. Por ejemplo, persigue a Io, la convierte en vaca y convence a los Curetes de desaparecer a su hijo, interviene en el trágico origen de Sémele, produce la locura de Tamante e Ino por haber criado a Dionisios, hijo bastardo de Zeus con Sémele. Aconseja a Artemisa para que asesine a Calisto, e intenta impedir el parto de Leto, de dónde nacieron Apolo y Artemisa.
Sin embargo, la ira de Hera no siempre se relaciona con los celos, a veces también lucha por poder. Por ejemplo, castigó a Tiresias y lo dejó ciego, por darle la razón a Zeus en una discusión que entabló la pareja sobre quién gozaba más de los placeres del amor, si el hombre o la mujer.
Además, participó en el concurso de las manzanas para averiguar cuál diosa era la más bella, donde Paris fue árbitro. Como éste eligiera a Afrodita, su cólera cayó sobre él y sobre Troya, por lo que la balanza se inclinó por los griegos o aqueos, hecho que se confirmaba porque Hera naturalmente estaba designada como la protectora de Aquiles, héroe griego hijo de Tetis, a quien Hera le debía tanto, como ya dijimos. Incluso, la diosa extendió su protección a Menelao, y lo hizo inmortal. Anteriormente, Hera había protegido a los Argonautas, y ayudó a que salieran bien librados de las Rocas Cianeas y de los pasos de Caribdis y Escila.
Por otro lado, se sabe que la diosa participó en la lucha contra los Gigantes y que fue perseguida y atacada por Porfirión que se había enamorado de ella. Éste intentó hacerla suya por la fuerza, pero mientras le arrancaba los vestidos, Zeus llegó en auxilio de la diosa y le envió un rayo al atacante que fue asesinado completamente por un flechazo de Heracles. De igual forma, Ixión también la atacó con un deseo incontrolable y violento, pero Zeus una vez más la protegió mediante una nube que modeló para engañar al pérfido.
Sus atributos comunes eran el pavo real, cuyo plumaje pasaba por ser los ojos de Argos, el guardián que Hera le asiganra a Io, y sus plantas eran el helicriso, la granada y el lirio. En la mitología latina o romana fue conocida como Juno.

HÉRCULES: El nacimiento de Hércules, fue la prueba más fidedigna de los amores entre Zeus y Alcmena, esposa del Rey de Tirinto, por desgracia Hércules tuvo como enemiga de toda su vida a la diosa más poderosa, Hera, esposa de Zeus, quien lo aborreció desde que nació, porque no era fruto de su vientre, la celosa diosa envió a dos serpientes venenosas para que aniquilaran al bebe en su cuna, pero el pequeño al verse rodeado de las serpientes, las tomo ágilmente con sus manos y poco a poco las estranguló. Durante los años siguientes, Hércules creció, y se convertía cada vez más fuerte, hasta el punto de poseer la fuerza de diez hombres, se casó con Mégara y tuvieron tres hijos, pero Hera al verlo tan feliz, decidió causarle un ataque de locura, lo cual generó que éste matara a todos sus seres queridos, todos los dioses le quitaron su apoyo, todos excepto Minerva que le devolvió la razón, para borrar la mancha del pecado que había cometido, fue esclavo del Rey Euristeo, por 12 años, durante los cuales llevo a cabo los “Doce Trabajos” que le concederían su absoluta libertad.

HERMES: Hijo de Zeus, tuvo como principal atribución ser mensajero de los dioses, aveces se le atribuyo como dios del viento, así como la función de guiar a los vivos y a los muertos, puesto que suyo fue el poder de evocar a los difuntos, acompañándolos a la Tierra y despertándolos con su vara mágica. Era también el guardián y protector de los caminos, todos le estaban consagrados y especialmente las encrucijadas, donde se erigían las Hermes, pequeñas pilastras coronadas por una o varias cabezas del dios, que servían para indicar la dirección de las sendas.

HESPÉRIDES: Hespérides es el nombre que reciben las Ninfas del ocaso, quienes según Hesíodo son hijas de la noche, Nix. Sin embargo, posteriormente, se consideraron hijas de Zeus y Temis, de Forcis y Zeus, y por último de Atlante.

La cantidad de las Hespérides varía según el mitígrafo y el autor, auqnue lo más común es que se mencionen tres: Egle, Eritia y Hesperaretusa. Esta última es a veces tomada por dos hespérides distintas que se llaman respectivamente Hesperia y Aretusa.

El lugar de residencia de estas divinidades es en el Occidente extremo al borde del Océano, no lejos de la isla de los Bienaventurados, aunque conforme se amplió el conocimiento del mundo, se ubicó el país de las Espérides definitivamente al pie del monte Atlas.

Las espérides se encargaban de cuidar y vigilar con la ayuda de un dragón -hijo de Forcis y Zeto, o de Tifón y Equidna- el sagrado Jardín de las Hespérides, donde crecían las manzanas de oro, regalo de Gea a Hera con ocasión de su boda con Zeus. Mientras cumplen su función, las Hespérides cantan al unísono, junto a las fuentes de este lugar que manan ambrosía.

Estas ninfas se encuentran relacionadas con el ciclo de Heracles, pues éste tuvo que buscar los furots de la inmortalidad por orden de Hera, junto a ellas.

La versión evemerista de este mito contaba que las Hespérides eran siete jóvenes, hijas de Atlante y Hespéride, que poseína grandes rebaños de carneros. Esto se produce por un juego de palabras en griego, ya que la palabra mhla que designa tanto manzanas como carneros. Busiris, rey de Egipto y vecino de las ninfas, mandó a saquear sus rebaños de carneros y a raptar a las jóvenes. Cuando Heracles llega a la país, eliminó a los bandidos, liberó a las doncellas, las devolvió a su padre Atlante y recuperó el botín que también devolvió. En recompensa, Atlante le obsequió lo que había venido a buscar, que por cierto, no se aclara si eran las manzanas o los carneros. Además, le enseñó la astronomía al héroe, pues Atlante es el primer astrónomo dentro de la tradición evemerista.

HIPNOS: Divinidad que simboliza al sueño, Era hijo de la noche, hermano gemelo de la muerte, padre de los sueños y amigo íntimo de Apolo y de las musas. A diferencia de su hermano gemelo Hipnos era de índole bondadosa y amigo de los hombres.

HORAS:: Hijas de Zeus y Temis. Eran: Eumonía, Dicé e Irene. Eran diosas de la temperatura y las estaciones, protectoras del crecimiento y de la floración.

LAS MUSAS: Las musas son divinidades femeninas que presiden las artes y las ciencias, e inspiraban a los filósofos y a los poetas. Aunque su número varíe según los autores, por lo general se acepta que son nueve, nacidas de nueve noches seguidas de amor entre Zeus y Mnemósine, una de las titánidas. Las musas son por lo tanto nietas de Urano, el Cielo, y Gea, la Tierra.

Estas diosas se presentan como cantantes en las fiestas de los dioses, y forman parte del séquito de Apolo. Su primer canto fue el de la victoria de los dioses del Olimpo sobre los Titanes y el establecimiento de un nuevo orden cósmico. Se decía también que acompañaban a los reyes, dándoles las palabras necesarias para gobernar, inspirándoles sabiduría y otorgándoles la virtud de la justicia y la clemencia, con la que se ganaban el amor de sus súbditos.

Las musas se encontraban con frecuencia en el monte Parnaso, que estaba consagrado a Apolo. A los pies de este monte se encontraba la fuente Castalia, en la que los artistas se purificaban antes de entrar al templo del dios. También tenían un santuario en el Helicón, la montaña más alta de Beocia, donde se encuentra la fuente Hipocrene, que surgió de una coz del caballo alado Pegaso.

La mayor y más distinguida de las musas es Calíope, que presidía la elocuencia y la poesía épica. Era representada con un estilete y una tabla de escritura. Varias leyendas la presentan como la madre de los cantores Orfeo y Linus.

Clío es la musa de la historia y de la poesía heróica. Se dice que fue quien introdujo el alfabeto fenicio en Grecia. Es también la madre de Jacinto, compañero de Apolo. Se la representa con frecuencia sosteniendo un rollo de pergamino.

Erato es la musa de la poesía amorosa, además de la mímica. En el arte se la muestra con una lira.

Euterpe es la musa de la poesía lírica y de la música. Se le atribuye la invención de la flauta doble, con la que es representada.

Melpómene es la musa del teatro trágico. Usa los coturnos tradicionales de los actores, y es representada con un cuchillo en una mano y la máscara trágica en la otra.

Polimnia preside los himnos sagrados y la elocuencia. Aparece con frecuencia en una actitud meditativa, con la mirada seria y un codo apoyado en una columna. A veces se la muestra con un dedo sobre la boca, simbolizando el silencio y la discreción.

Terpsícore es la musa de la danza y de los coros dramáticos. Se la representa sentada con una lira en las manos. Varias leyendas le atribuyen la maternidad de las sirenas.

Talía preside el arte de la comedia y de la poesía pastoral. Sus atributos son la máscara de la comedia y el cayado de pastor.

Urania es la protectora de los astrónomos y los astrólogos. En el arte aparece con una esfera en la mano izquierda y una espiga en la derecha. Está vestida con un manto cubierto de estrellas y mantiene la mirada hacia el cielo.

A pesar de su importancia, las musas aparecen en muy pocos mitos. Según una leyenda el rey Píero de Pieria, en Tracia, tenía nueve hijas que eran muy hábiles en el arte del canto. Estaban tan orgullosas de esta virtud que decidieron viajar hasta el Helicón y retar a las musas a una competencia, que las diosas aceptaron. Las piérides entonaron una canción maravillosa que incluso los pájaros enmudecieron al escucharlas, pero el canto de las musas conmovió hasta las piedras. Las piérides, derrotadas, fueron castigadas por su arrogancia; las musas las transformaron en urracas, cambiando sus voces por graznidos.

MOIRAS-PARCAS: Son la personificación del destino de cada ser humano, que ni los dioses pueden cambiar. Eran hijas de la noche. Son: Atropos, Cloto y Laquesis. Asisten al nacimiento de cada ser, hilan su destino y predican su futuro. Cloto era la que hacía los hilos de la vida; Laquesis la que los tensaba y Atropos la que los cortaba cuando llegara el final.

Las Moiras son la personificación del Destino. Inicialmente, todo ser humano tenía su moira, pero luego el concepto se vuelve más abstracto y se convierten en una divinidad femenina. Su carácter es totalmente impersonal e inflexible como la concepción que tenían los griegos del Destino. Después de la epopeya homérica (La Ilíada y La Odisea), se institucionaliza la idea de tres Moiras: Átropo, Cloto y Láquesis. Su función es regular la vida de cada mortal, desde su nacimiento hasta su muerte, con ayuda de un hilo que la primera hilaba, la segunda enrollaba, y la tercera cortaba cuando llegaba el final de esa existencia.

Ellas son las que impiden que un dios intervenga en batalla, para evitar la muerte de un mortal, cuando ésta es ya su destino.

Las Moiras son hiijas de Zeus (dios de los dioses) y de Temis (diosa de la Ley) y hermanas de Las Horas. Según otra tradición, eran hijas de La Noche, como Las Ceres, por lo que pertenecían a la primera generación divina. En este caso, serían titánides (de la generación de lo Titanes).

Se las puede ver en conjunto con Ilitía que es la encarnación del nacimiento o con Tique que es lo mismo.

En Roma, equivalen a las Parcas, con la variación de que una preside el nacimiento, otra el matrimonio y la otra la muerte. También conocidas como las Tres Hadas.

NINFAS: Durante la época homérica, se cree que eran hijas de Zeus. Son consideradas divinidades secundarias a las que se les pueden hacer plegarias, pero que también pueden resultar temibles. Ellas son doncellas que habitan en la campiña, el bosque y las aguas. Normalmente se las encuentra en grutas donde se entretienen cantando y bailando. Es común que sean el séquito de algún dios o diosa más importante, como Artemisa en particular, o de otra ninfa de más alto nivel, como Calipso o Circe.

Hay diferentes categorías de ninfas de acuerdo con el lugar donde viven. Así están las Ninfas de los Fresnos, o Melíades, que parecen ser las más antiguas. Son hijas de Urano. Las Náyades que viven en las fuentes y las corrientes de agua. Por su parte, las Nereidas son ninfas del mar en calma. También existen las Oréades, que viven en las montañas y en las florestas habitan las Alseides.

Todas las ninfas tuvieron mucha importancia en diversas leyendas. Es común encontrarlas como esposas de algún héroe o semidiós, por ejemplo la Egina casada con Éaco, o la ninfa de Taigete. Además, es frecuente verlas intervenir en los mitos amorosos como en las leyendas de Calisto o Dafne, donde sus amantes más frecuentes eran los espíritus masculinos de la naturaleza como Pan, los Sátiros, o Príapo para mencionar algunos. Pero los grandes dioses no eran la excepción, y varias de ellas se unieron en diversas ocasiones con Zeus (dios de los dioses), Apolo (dios del sol y el arte), Hermes (mensajero de los dioses), y Dionisios (dios del delirio místico y el vino), entre otros. De igual forma, era normal que se enamoraran de un adolescente mortal y lo raptaran para compartir su cama con él.

ORFEO: Era hijo de Apolo y Calíope. Era un gran músico, tocaba la lira de una manera tan excepcional que impresionaba no sólo a los seres vivos sino también a los ríos y las piedras. Cuando su mujer Eurídice se murió, fue hasta el infierno y con el apoyo de su lira convenció a los dioses infernales para que le devolvieran a su esposa. Estos solo le pusieron una condición: no debería mirar hacia atrás cuando saliera del infierno. Pero Orfeo no aguantó la tentación y poco antes de salir volteó para atrás y su mujer desapareció para siempre. Esto conmocionó a Orfeo y decidió no tener ninguna relación con otra mujer en su vida. Las bacantes (seguidoras de Baco) no les gustó esto y se arrojaron sobre él y lo mataron. Su cabeza fue a dar a la isla de Lesbos dando lugar a numerosos oráculos. Y su famosa lira fue convertida en constelación.

ORION: Era uno de los Gigantes, hijo de Poseidón y Gea. Famoso por su belleza y su pasión por la caza. Mataba a todas las bestias dañinas que habían sobre la tierra. Artemisa, que le tenía mucha envidia, le envió un escorpión y Orion murió por su picada. Después de muerto fue enviado al cielo en forma de constelación.

PERSEFONE:Perséfone es hija de Zeus y Deméter (hija de Cronos y Rea, hermana de Zeus, y diosa de la fertilidad y el trigo). Su tío Hades (hermano de Zeus y dios de los Infiernos), se enamoró de ella y un día la raptó.

La joven se encontraba recogiendo flores en compañía de sus amigas las ninfas y hermanas de padre, Atenea y Artemisa, y en el momento en que va a tomar un lirio, (según otras versiones un narciso), la tierra se abre y por la grieta Hades la toma y se la lleva.

De esta manera, Perséfone se convirtió en la diosa de los Infiernos. Aparentemente, el rapto se realizó con la cómplice ayuda de Zeus, pero en la ausencia de Deméter, por lo que ésta inició unos largos y tristes viajes en busca de su adorada hija, durante los cuales la tierra se volvió estéril.

Al tiempo, Zeus se arrepintió y ordenó a Hades que devolviera a Perséfone, pero esto ya no era posible pues la muchacha había comido un grano de granada, mientras estuvo en el Infierno, no se sabe si por voluntad propia o tentada por Hades. El problema era que un bocado de cualquier producto del Tártaro implicaba quedar encadenado a él para siempre.

Para suavizar la situación, Zeus dispuso que Perséfone pasara parte del año en los confines de la Tierra, junto a Hades, y la otra parte sobre la tierra con su madre, mientras Deméter prometiera cumplir su función germinadora y volviera al Olimpo.

Perséfone es conocida como Proserpina por los latinos.La leyenda cuenta que el origen de la Primavera radica precisamente en este rapto, pues cuando Perséfone es llevada a los Infiernos, las flores se entristecieron y murieron, pero cuando regresa, las flores renacen por la alegría que les causa el retorno de la joven. Como la presencia de Perséfone en la tierra se vuelve cíclica, así el nacimiento de las flores también lo hace.

Por otra parte, durante el tiempo en que Perséfone se mantiene alejada de su madre, Deméter y confinada a el Tártaro, o mundo subterráneo, como la esposa de Hades, la tierra se vuelve estéril y sobreviene la triste estación del Invierno.

POSEIDÓN: Dios del mar, hijo de Cronos y Rea, hermano de Zeus y Hades, se muestra como un hombre poderoso, de fuerte musculatura, muy parecido a Zeus, la frente surcada en arrugas, la barba y los cabellos encrespados, señales casi constantes: el tridente y el delfín. Es representado algunas veces como el protector de los navegantes y de los pescadores, y en la tierra como dios de los manantiales. Su reino se encontraba ubicado en el fondo del mar, en un palacio de oro, allí están sus veloces caballos de crines de oro y pezuñas de bronce, los cuales usa para recorrer la amplia extensión de su territorio, la carrera es tan rápida que ni siquiera se moja el eje de bronce de las ruedas. Poseidón era un dios muy impredecible puesto que éste al tener mal humor lo demostraba con tempestades, olas gigantes, maremotos y demás fenómenos alusivos al mar.

PSIQUE: Psique (en griego la palabra quiere decir “alma”) era una princesa de una belleza tan extraordinaria que la misma diosa Afrodita estaba celosa de ella. Sin embargo, Psique era tan bella que seguía virgen porque su belleza sobrehumana asustaba a sus pretendientes. Afrodita ordenó a su hijo Eros, el dios del amor, que castigara a la atrevida mortal. Por eso, algún tiempo después, un oráculo mandó al padre de Psique, bajo la amenaza de una terrible calamidad, que llevara a su hija a una roca solitaria donde sería devorada por un monstruo.

Pero el dios Eros, cuando vio a la muchacha que tenía que morir en la boca del monstruo que la esperaba abajo, quedó tan impresionado por su belleza que tropezó y se pinchó con una de sus propias flechas -esas flechas que utilizaba de manera tan eficaz para llevar el amor súbito tanto a los mortales como a los dioses-.

Así fue como Eros se enamoró de la persona que su madre le había mandado eliminar. Temblando, pero resignada, Psique estaba esperando en su roca solitaria la ejecución del oráculo, cuando de repente se sintió suavemente elevada por los vientos; era Céfiro, el viento del Oeste, que la llevó a un valle donde quedó dormida, sobre un verde cesped.

Al despertar, Psique descubrió ante si un magnífico palacio de oro y mármol que comenzó a explorar. Las puertas se abrían y voces incorpóreas la guíaban y se presentaban como sus esclavas.

Cuando cayó la noche y Psique estaba a punto de dormirse, un misterioso ser la abrazó en la oscuridad, explicándole que él era el esposo para el cual estaba destinada. Ella no conseguía ver sus rasgos, pero su voz era dulce y su conversación llena de ternura. Su matrimonio se consumó, pero antes de que volviera la aurora, el extraño visitante desapareció, haciéndole prometer primero a Psique que jamás intentaría ver su rostro.

Psique no estaba descontenta con su nueva vida. No le faltaba de nada excepto su encantador esposo, que sólo iba a visitarla en la oscuridad de la noche. Sin embargo, fue presa de la nostalgia y una noche pidió a su marido que la dejase visitar a sus hermanas. Eros accedió a cambio de lo que le había hecho prometer a Psique.

Visitó entonces a sus dos hermanas que, devoradas por la envidia, sembraron en su corazón las semillas de la sospecha, diciéndole que su esposo debía ser un horrible monstruo para esconderse así de ella. La criticaron tanto que una noche Psique, a pesar de su promesa, se levantó de la cama que compartía con su esposo, con disimulo encendió una lámpara y la sostuvo encima del misterioso rostro.

En vez de un espantoso monstruo, contempló al joven más hermoso del mundo -el propio Eros-. A los pies de la cama estaban su arco y sus flechas. En su conmoción y su gozo, Psique tropezó y se pinchó con una de las flechas, y por eso acabó por enamorarse profundamente del joven dios que antes había aceptado por haberse enamorado él de ella. Pero su movimiento hizo que una gota de aceite caliente cayera sobre el hombro desnudo del dios. Él se despertó enseguida, regañó a Psique por su falta de palabra e inmediatamente desapareció.

El palacio desapareció también, y la pobre Psique se encontró en la roca solitaria otra vez, en una espantosa soledad. Al principio pensó en suicidarse y se tiró a un río que había cerca de allí, pero las aguas la llevaron suavemente a la otra orilla.

Desde entonces ella vagó por el mundo en busca de su perdido amor, perseguida por la ira de Afrodita y obligada por la diosa a someterse a cuatro terribles pruebas, que consiguió superarlas una tras otra, gracias a la ayuda de las criaturas de la Naturaleza -las hormigas, los pàjaros, los juncos-.

Finalmente tuvo que descender incluso al mundo subterráneo, a donde ningún mortal puede ir. Tenía que pedirle a Perséfone un frasco de agua de Juvencia -en otras versiones una caja- que le estaba prohibido abrir. Psique desobedeció movida por la curiosidad y quedó sumida en un profundo sueño.

Al final, conmovido por el arrepentimiento de su infeliz esposa, a la que nunca había dejado de amar y proteger, Eros despertó a Psique de un flechazo de su sueño mortal y, subiendo al Olimpo, le pidió permiso a Zeus para que Psique se reuniera con él.

Zeus se lo concedió y le otorgó a Psique la inmortalidad, dándole de comer la Ambrosía. Afrodita olvidó su rencor y la boda de los dos enamorados se celebró en el Olimpo con gran regocijo.

Simbología: Psique, literalmente, quiere decir “soplo”, es el alma, y el nombre de una clase de mariposas. El arco y las flechas son símbolo de Eros, el amor.

QUIMERA: Monstruo hijo de Tifón y de Equidna. Tenía cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de dragón.Por su boca echaba fuego.

SELENE: En la mitología griega, Selene es la personificación de la Luna. Es hija de los titanes Hiperión y Tía, y hermana de Helios, el Sol, y de Eos, la Aurora. Se la representaba como una mujer joven y hermosa, que recorría el cielo en un carruaje de plata tirado por dos caballos.

Se le conocen muchos amores. De Zeus tuvo una hija, Pandia. En Arcadia fue amante del dios Pan, quien le había obsequiado una manada de bueyes blancos.
Sin embargo, su historia más conocida es la que comparte con Endimión, pastor de Caria. Una noche de verano, luego de cuidar sus rebaños, Endimión se refugió en una gruta en el monte Latmos para descansar. La noche era clara, y en el cielo Selene paseaba en su carruaje. La luz de la luna entró en la cueva, y así Selene pudo ver al joven dormido. Desde el momento en que la diosa lo miró se enamoró de él.
Descendió entonces del Cielo, y Endimión fue despertado por el roce de los labios de Selene sobre los suyos. Toda la caverna estaba iluminada por la luz plateada de la Luna. Ante él vió a la diosa brillante, y entre los dos nació una gran pasión.
Selene subió después al Olimpo, y rogó a Zeus que le concediera a su amado la realización de un deseo, y el Señor del Olimpo aceptó. Endimión, luego de meditarlo, pidió el don de la eterna juventud, y poder dormir en un sueño perpetuo, del que sólo despertaría para recibir a Selene. Zeus le concedió su petición.
Desde entonces, Selene visita a su amante dormido en la caverna del monte. De este amor nacieron cincuenta hijas, y en varias versiones también, hijo de Selene y de Endimión fue Naxo, el héroe de la isla de Naxos.

TITANES: Eran doce: Océano, Crios, Ceo, Japeto, Hiperión, Cronos, Tia, Re, Temis, Mnemosina, Febe y Tetis. Ayudaron a Cronos para que llegara al poder. Cuando Zeus se rebeló contra su padre tuvo que luchar contra los Titanes. Gea predijo la victoria de Zeus y sus aliados, si éstos liberaban a los cíclopes del infierno donde los había mandado Urano. Zeus así lo hizo y los Cíclopes en agradecimiento le dieron el trueno , el relámpago y el rayo a Zeus, un tridente a Poseidón y a Plutón un Yelmo mágico. Los Titanes fueron enviados al Tártaro.

URANO: Era el cielo, padre de la Tierra, y con ella tuvo a Océano, Cronos, los titanes y los Cíclopes. Cuando Cronos lo mutiló, de su sangre nacieron los gigantes, Afrodita, las Furias y las Melias.

ZEUS: Cuando Zeus iba a nacer, su madre ideó, para salvarlo de su padre, huir a Creta, donde lo tuvo, y retornar al Olimpo, simulando allí un segundo parto. Allí le presentó a Cronos una piedra envuelta en pañales, que éste tragó sin vacilar. Un oráculo informó a Cronos que Zeus había nacido para dominar el universo, y éste busco los medios de destruirlo. Zeus se rebeló contra él y le arrojó del Olimpo, apoderándose del trono de su padre y haciéndose dueño del cielo y de la tierra. Se casó con Hera y repartió su poder entre sus hermanos. Se reservó el cielo y dió el imperio de las aguas a Poseidón y el de los infiernos a Hades. Tiempo después los dioses trataron de librarse de su dominio, pero les venció obligándoles a refugiarse en Egipto. Hizo las paces con ellos, y cuando su dominio parecía definitivamente asegurado, los Gigantes, hijos de Titán, pusieron unas montañas sobre otras con el fin de escalar el Olimpo y arrojarlo de él. Pero Zeus los derrotó sepultándolos bajo aquellas montañas que habían amontonado contra él. Desde entonces su dominio fue indiscutible y reconocido como padre de los dioses y de los hombres, al que todos obedecían. Todo procedía de Zeus, el bien y el mal, y hasta el destino. armado del rayo y del trueno, al agitar su égida producía huracanes y tempestades. Su vida fue pródiga en aventuras amorosas.

Fuente: http://lamiradadelcuervo.wordpress.com/

El Oráculo de Delfos

A través de los siglos, el Hombre ha tratado, de una manera u otra, de conocer su futuro ya sea inmediato o lejano. Con diferentes variantes para conocerlo, los griegos interpretaban las intenciones de los dioses por el vuelo de las aves, los movimientos de las llamas, incluso por la forma de las entrañas de los animales. Pero llegó un momento en el que los oráculos eran mucho más exactos y venerados que cualquier otro tipo de formas adivinatorias.

Los oráculos más famosos de la Antigüedad griega fueron los de Delfos, Dodona, Trofonio y Latonia, siendo los robles parlantes de Dodona los más antiguos. También los hubo de menos importancia: en Claros y Didyma, en Grecia; en el oasis de Siwa, en Libia; en Buto, Egipto; en Sardis, Asia y en otros lugares del mundo antiguo. Si bien es difícil determinar la génesis de las profecías oraculares, es conocido que muchas de las cuevas y fisuras utilizadas en los oráculos griegos ya eran consideradas sagradas mucho antes del nacimiento de la cultura griega.
De ahí que se piense que en la zona de Delfos había un oráculo de Gea (personificación de la Madre Tierra), que pronunciaba profecías en el interior de una cueva sagrada, a unos once kilómetros del lugar actual. Este oráculo se llamó originalmente Pitón, por ser la morada de la gran serpiente de ese nombre, fabulosa criatura surgida del barro dejado por el dilubio que destruyó a todos los seres humanos excepto Deucalión y Pirra.

A partir del siglo 10 a. C., Gea fue sustituida por un nuevo y poderoso dios, introducido por los nuevos invasores, los dorios. El nuevo dios era llamado Apolo, hijo de Zeus y de Leto, hija de un Titán. Era también llamado Délico, de Delos, la isla de su nacimiento. Solía otorgar el don de la profecía a aquellos mortales a los que amaba, como a la princesa troyana Cassandra.

La conquista de Delfos por el nuevo dios fue sangrienta. Apolo , después de escalar el Parnaso, mató a la enorme serpiente llamada Pitón que custodiaba el santuario de Gea y calló su cuerpo en la fisura del oráculo.  Pero en memoria de la serpiente y de Gea, Apolo quiso que una mujer fuera la sacerdotisa principal y la llamó Pitia, también conocida como Sibila, que ofrecería sus oráculos desde una roca.

Después de ser bendecida por Apolo, el espíritu de Pitón permaneció en Delfos como elemento propio del vencedor, y fue con ayuda de sus efluvios que las sacerdotisas podían entrar en contacto con el Dios.

Con el tiempo, de esta piedra se pasó a una cabaña construida con laureles, el primero de los sies templos de Apolo.

Para los griegos, Delfos era el centro del mundo. Marcando este punto exacto en el templo por una piedra, el omphatos (ombligo).

La palabra oráculo aúna tres significados: el que se refiere a la sacerdotisa que comunica las profecías, el que da nombre a las mismas profecías, y por último el que indica el lugar en el que se pronuncian esas profecías. A pesar de lo increible de la afirmación, el oráculo de Delfos pronunció sus profecías durante unos 1.000 años.

Las Sibilias o Pitias

No se conoce casi nada de las mujeres que servían como oráculo y cuyas profecías influían determinantemente sobre la vida de la antigua Grecia.

Un innumerable ejército de visitantes fue a Delfos durante miles de años para recibir los oráculos. Sin embargo no se ha encontrado un sólo relato presencial acerca de estos encuentros con la pitia. Igualmente escasas son las pruebas visuales que muestren a la pitia en su tarea. Sólo se conoce un dibujo en una vasija clásica.

Se sabe que los primeros oráculos de Delfos fueron atractivas jóvenes vírgenes, fueron llamadas Febades o Pitias, constituyendo la famosa orden. Una de estas jóvenes pitias fue secuestrada o enamorada por un suplicante. Desde aquel incidente, sólo las mujeres de mediana edad eran elegidas para desempeñar este trabajo. Mujeres normales, campesinas o sin especiales dotes.

Junto con Apolo, Dionisos, el dios del teatro y el vino, también era venerado en Delfos. Cada año, en el santuario de las montañas, resonaban las ceremonias estáticas y secretas de sus sacerdotisas.

En sus orígenes, el santuario de Delfos recibía visitantes un día al año, el 7 de febrero, cumpleaños de Apolo. Pero en el siglo VI a. C., era tan grande su fama, que la pitia respondía a los ruegos de los visitantes nueve veces al año, una vez al mes entre febrero y octubre.

Su trabajo exigía gran dedicación, llegando a estar tres pitias disponibles para ayudarse las unas a las otras, en los días de más trabajo.

La preparación para el trabajo consistía, principalmente, en rituales y sugestión psicológica.

Al atardecer, acompañada de dos sacerdotes, el oráculo se bañaba en el torrente Castalia, considerada fuente de inspiración divina y ayunaba. En el interior del templo de Apolo, las pitias bebían sólo de la fuente de Cassotis, cuyas aguas llegaban a través de unos caños con forma de cabeza de león.

Mientras los suplicantes, venidos de lugares tan distantes como Africa o lo que conocemos ahora como Francia, también hacían sus preparativos, también se bañaban en el torrente Castalia, y realizaban un ritual para conocer si su dios Apolo deseaba responder sus preguntas. El ritual consistía en llevar una cabra al altar, derramarle un cubo de agua sobre la cabeza, y ver si tiritaba, si lo hacía, esa era la señal afirmativa: Apolo quería responder.
En ese instante, la pitia tomaba hojas de laurel, que se suponía que eran las fuentes del trance, cosa que no es cierta, pues algunos clasicistas han llegado a tomar gran cantidad de laurel y no se han sentido en trance, sino más bien victimas de un gran dolor de estómago, ya que la planta tiene una gran proporción de ácido.

Cuando la pitia había terminado el proceso de purificación, era conducida hacía el trípode, cuyos pies simbolizarían los tres períodos de tiempo controlados por Apolo, pasado, presente y futuro. La verdadera causa de su transformación era que ha medida que inhalaba los vapores se transformaba como si su cuerpo fuera poseído por un espíritu. Luchaba en contra de eso, tiraba de sus vestiduras y gritaba. Cuando las ramas de laurel que tenía en sus manos comenzaban a agitarse, los suplicantes acompañados de un hossi o sacerdote, eran invitados a entrar. Tras calmarse y adoptar una postura majestuosa, con los ojos perdidos en un punto fijo, pronunciaba las palabras proféticas.

Las predicciones eran dadas en forma de versos hexámetros, pero eran frecuentemente ambiguas y algunas veces incomprensibles. Cada sonido emitido, cada movimiento de su cuerpo, era tomado en cuenta por los cinco hossi, hombres santos, que hacían de escribas registrando los detalles de la adivinación. Estos eran designados de por vida y seleccionados de los descendientes directos de Deucalión.

Cuando la predicción era dada, la sibila o pitonisa regresaba a trance para que el espíritu la dejara en libertad.
Esta forma de deliberación y traducción de las predicciones por parte de los hossi es más que probable y pausible, puesto que Delfos era el centro internacional donde confluía la información más reciente. Podían haber estado extremadamente informados sobre el mundo y ser capaces de hacer unas predicciones muy exactas y útiles.
Este es un punto de vista racional, capaz de explicar el misterio de Delfos. Pero es una explicación que no termina de satisfacer a la mayor parte de los investigadores.

La realidad sobre el oráculo es bien distinta, pues sólo una pequeña cantidad de predicciones son auténticas. De los 535 oráculos analizados por el clasista Joseph Fontenrose, sólo 75 fueron juzgados históricos (aquellos registrados al tiempo que fueron dados, frecuentemente en placas de estaño, fueron atestiguados por un escritor vivo en el tiempo de los sucesos). Fontenrose llegó a la conclusión de que muchos de los oráculos fueron basados en historias de épocas pasadas, interpolados con el folclore, o con propósitos literarios. Entre los cronistas antiguos fue común fabricar profecías después de los hechos o reubicar los oráculos a lugares más convenientes en el registro histórico. De las 75 respuestas históricas que estudió Fontenrose, únicamente dos ofrecían claras predicciones de futuro.

Muchos personajes del mundo clásico hubieran considerado impía la búsqueda de un conocimiento previo de los eventos. Ellos creían que la Humanidad tenía su ser dentro de la matriz del Ser Divino, y que nuestros destinos no eran lo bastante propios como para pretender determinarlos y controlarlos. Desde su punto de vista la correcta acción espiritual es la de alinearse con el gran destino y promover sus intenciones a través de la recta acción. Así se serviría tanto a los propósitos divinos como a los personales. El oráculo ofrecía una fuente de revelación y guía para el conocimiento de la voluntad de los Grandes Realizadores, los Dioses.

Grandes filósofos y los oráculos

Grandes filósofos del mundo antiguo consideraban sagrados los oráculos, Sócrates usaba guías, tales como los vuelos y cantos de los pájaros, etc., que le hacían seguir sus oráculos. Estaba convencido de recibir consejos de una voz interior, su daimon. Sócrates aseveraba que los temas que se encuentran ocultos a los mortales debían ser los únicos llevados a los dioses para su iluminación.

Por otro lado, Platón utilizó los oráculos como las piezas centrales de sus ciudades ideales. En La República y las Leyes, se describía a los líderes consultando a los oráculos como guía para construir templos, venerar a los dioses y promover canales de comunicación entre los humanos y el mundo invisible. Para Platón, la tarea más importante de toda comunidad era la de establecer las relaciones con lo sacro.

La caída de Delfos

Hacía el siglo II d. C., Delfos no era más que silencio, se vio desplazado por lo primeros cristianos, que decidieron terminar con él. Describieron los trances de Delfos en términos prácticamente pornográficos, como un tipo de posesión sexual y de espíritus infernales. De estas historias se nutrió en gran medida la imagen delirante y salvaje que mostró la pitia.

Sorprendentemente hubo un último intento de revivir el oráculo de Delfos: Juliano el Apóstata, llamado así por ser el último emperador romano que se opuso al cristianismo, añoraba el retorno a la religión de los griegos, describiéndola como una aventura del alma y un camino hacia dios.

En el 362 d. C., un emisario enviado por él a Delfos encontró a una pitia que aún estaba allí y pidió el último oráculo. El propósito del emperador fue el de ayudar a revivir el famoso oráculo. La leyenda menciona que cuando el emisario preguntó que se podía hacer para restaurar el santuario, recibió dos respuestas, una que anunciaba su muerte y otra que rezaba de la siguiente manera: «Di al rey que la gran casa ha caído. Apolo ya no tiene su morada, ni brotes de laurel sagrado; las fuentes están silenciosas, las voces están calladas». Estas palabras fueron comunicadas como la proclamación final de las sacerdotisas.

Y aunque Teodosio, en el 394 d. C., destruyó todo lo que quedaba de Delfos, su mística fue siendo poderosa a través de los siglos, tal es el ejemplo de la Sibila de Delfos, pintada por el renacentista Miguel Angel.

Quizás el final del santuario fue de lo más predecible, por los tiempos que corrían, pero si hacemos caso a sus orígenes mitológicos, tal vez encontremos algo que nos parezca más idílico. El santuario de Delfos pertenecía originalmente a Gea, la generadora primordial y sustentadora de la vida, venerada por milenios. Delfos permaneció como oráculo de la Tierra aún después de que el Sol-Apolo la reemplazara como patrono. El abrió una grieta en los misterios del mundo subterráneo a través de los sueños y visiones. La inspiración Gea-mántica era accesible a todo aquel que podía recibirla.

En 1891 arqueólogos franceses encontraron los restos del sueño humano por descrubrir y comprender los designios de los dioses: El Templo de Delfos.

Artículo publicado en Karma7 y escrito por Patricia Hervías.

Isis, Virgen, Gaia?

La diosa de la fertilidad y de la fortuna

Diosa asociada a la maternidad, a la fertilidad, y la magia era esposa de Osiris y madre de Horus. El culto a Isis fue el más popular durante siglos en Egipto, Grecia y Roma. Su popularidad hizo que se siguiera celebrando su culto aun cuando en Egipto se habían prohibido los de los restantes dioses. Así, la veneración a Isis, se introdujo primero en el mundo griego y más tarde en el romano.

Isis Romana

La Isis romana es diosa de la fertilidad y de la fortuna, sufrió diversas vicisitudes durante su periodo romano, su templo fue apartado del foro por Augusto, (por su identificación popular con la reina Cleopatra, amante de Julio Cesar y Marco Antonio) y después, protegida por Claudio y la familia Antonina. Posteriormente con Teodosio, en el 392 d.C., el cristianismo se hace en parte promotor de la religión isíaca. El culto desapareció en Roma después de la instauración del cristianismo, y los templos egipcios dedicados a Isis que quedaban fueron cerrados o cristianizados a mediados del siglo VI d.C. El culto a Isis, diosa de la fertilidad y la fortuna, fue principal en los núcleos urbanos de la Gallaecia. En las capitales de los tres conventos, de marcado carácter agropecuario, esta diosa garantizaba buenas cosechas y fertilidad a sus devotos. Podemos decir con seguridad, que Isis ocupaba un lugar principal en el culto religioso de los habitantes de los conventos del N.O. Existen referencias claras a la diosa Isis en las actuales ciudades de origen romano del N.O.: En Braga, Nossa Senhora do Leite, titular de la sede catedralicia, posee en el altar mayor una imagen cristiana de la virgen y el niño.

Nossa Senhora do Leite de Braga

Sin embargo, en el ábside de la catedral, en el muro exterior del edificio, dando a oriente y a la calle que recibe el nombre de Nossa Senhora, podemos contemplar una epigrafía romana dedicada por una sacerdotisa de la diosa. De nombre Lucrécia Fida realiza una dedicatoria a Isis Augusta (CIL II, 2416). La lápida que se encontraba incrustada en la pared de la capilla mayor de la catedral de Braga fue datada del siglo II d.C. Posiblemente la sacerdotisa pertenecía al templo cuyos restos aun se encuentran bajo el empedrado del altar mayor.

Excavación bajo la catedral de Braga

Las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el lugar han dado muestras de un edificio de planta similar a los templos de Isis existentes en otras ciudades de origen romano, como Baelo Claudia o Pompeya.

Templo de Isis en Pompeya

En Lugo, la Virgen de los Ojos Grandes, patrona de la ciudad, es a quién está dedicada la catedral desde su fundación medieval. Al contrario que en Braga, en Lucus Augusti no existen epigrafías que relacionen el culto con la diosa, sin embargo la existencia de la enigmática imagen de la virgen, en el ábside catedralicio, ocupando la misma posición que en Braga, y acompañada además por la existencia en el exterior, a nueve metros del altar, de una piscina ritual o pilón, de manera similar a los templos de Isis romanos, nos permite pensar en un posible paralelismo en el culto a la diosa en ambas ciudades romanas. El pilón ritual posee dibujada en mosaico, y en su interior, la imagen isíaca de la serpiente que suele acompañar a la diosa en sus representaciones.

La imagen de Lugo presenta elementos suficientes, para cuando menos, permitir una licencia histórica sobre su origen. Alfonso X el sabio no tenía dudas para valorar a la imagen de Lugo como la más antigua imagen de la Virgen Maria en Hispania. Y el canónigo de la Catedral lucense, Juan Pallares Galloso la relacionó directamente con Santiago apóstol, indicando que fue él mismo quien en el siglo I d.C. cristianizó la imagen de piedra que pertenecía a un ídolo pagano. «Aviendo pues en Lugo dedicado Iglesia a N. Señora, (Santiago Apóstol), para que la tierra, que daba espinas de Idolatrías, diese olorosas flores de adoración al verdadero Dios, y a su Madre Santísima, desterrando las Estatuas de piedra de sus Idolos, sin mudar materia, imagen de piedra les propuso para que en ella adorasen a la Madre de Dios, a quien representaba, que aviendose detenido en Lugo, algún tiempo huvo para ello.» Argos Divina . s XVII.

Isis – Madre

La imagen de Isis-Madre sigue un patrón predeterminado desde Egipto hasta la época romana. Son figuras de mujer, de tamaño natural, en piedra policromada, con grandes ojos, que tienen a su hijo Horus en brazos y al que le presentan un pecho desnudo en acción de amamantar. La imagen de Lugo además de estas características, se viste con ropajes de aspecto húmedo, característicos en las estatuas divinizadas de la época de Augusto.

Comparativa de la imagen y la de Livia

Podemos realizar una interesante comparativa entre la imagen de Lucus Augusti y la imagen de Livia, la mujer de Augusto, en el complejo del Ara Pacis en Roma. Son muy llamativas las similitudes en la solución escultórica de los ropajes de ambas figuras, su tocado, la mano izquierda, el pie que asoma bajo el ropaje, e incluso en el peinado de las figuras de los niños. No olvidemos que la Gallaecia tiene en el Ara Pacis una directa relación de contenidos y no sería extraño que la imagen lucense fuese realizada por el mismo taller de escultores.

Comparativa con Isis de origen egipcio

La imagen de Isis cautivaba con su presencia a cuantos se acercaban para realizar su ofrenda en el pasado; y también en el presente. En el convento Lucense la actividad principal a lo largo del año era la agropecuaria, granjas agrícolas y ganaderas que producían sus artículos para ser vendidos en el mercado central de Lucus Augusti. Una buena cosecha o un ganado fértil, significaba riqueza y bienestar para los pobladores de los campos de las tierras del Miño; por esa razón las ofrendas a Isis, diosa de la fertilidad, eran las más importantes y habituales.

Comparativa con Isis de origen romano

Los asistentes a los mercados de la urbe, al regreso a sus granjas, gastaban en ofrendas una parte de lo obtenido por sus ventas, rogando una siguiente cosecha generosa a la diosa Isis. Las mujeres del campo y de la ciudad tenían en Isis a la diosa que les garantizaba una descendencia según sus deseos, siendo la imagen de Isis en la antigüedad la de la madre por excelencia. En Astorga contamos con epigrafías que permiten asegurar la existencia de devotos a la diosa en esta ciudad, así como en el campamento de León. La Catedral de Astorga tiene desde tiempo inmemorial el título de Apostólica: ‘Santa, Apostólica, Iglesia Catedral’. Siendo su titular la imagen singular de Nuestra Señora de la Majestad. No deja de ser revelador la presencia de la diosa en las tierras del N.O. como señal de la profunda romanización del territorio de la Gallaecia.

Autor: Carlos Sánchez-Montaña

Fuente: celtiberia.net